Este tratamiento está destinado a mejorar el aspecto de las cicatrices o marcas producidas por acné renovando la piel.
El objetivo de este tratamiento es mejorar la estética de las cicatrices o marcas del rostro, luciendo una piel más uniforme.
Para este tratamiento se puede hacer uso de un láser IPL, láser de Co2 o de peelings químicos.
Láser de Co2: Antes de comenzar el tratamiento, se limpia la piel del paciente, se aplica una crema anestésica y minutos después ya se puede comenzar a aplicar el láser. Este láser actúa “vaporizando” las capas superficiales de la piel y crea columnas térmicas en las capas más profundas provocando la renovación de las capas superficiales de la piel e incentivando la producción de colágeno y elastina en las capas profundas.
Láser IPL: Primero se limpia la piel del paciente. Se utiliza un gel frío sobre la zona a tratar para que la luz del láser se transmita correctamente y también para proteger la piel del paciente. También se utilizan protectores oculares. Tras ello, se aplica el tratamiento con el IPL. La energía de la luz actuará en las capas más profundas para mejorar gradualmente la tonalidad y textura de la piel, eliminar manchas, rojeces, poros dilatados, arrugas finas y dar luminosidad.
Peelings químicos: Sobre la cara totalmente limpia se aplican diferentes sustancias que penetran en la piel con el objetivo de renovar las capas más superficiales. Las capas se renovarán desde el momento de la aplicación hasta un par de días después, el paciente verá como la piel dañada se cae y deja paso a capas más nuevas.
20 – 45 minutos dependiendo del tipo de tratamiento
24 horas – 3 días
Dependerá del tipo de tratamiento, de las lesiones que presente y el tipo de piel de cada uno.