Se trata de un tratamiento que utiliza de ondas electromagnéticas en la piel del rostro que, a través de unos aplicadores específicos, penetran desde las capas más superficiales de la piel hasta las más profundas de la dermis y la epidermis estimulando la producción de colágeno. Lo único que nota el paciente es un calor agradable. Este calor activa la producción de colágeno en la piel de forma natural, ayudando a eliminar toxinas. Se le conoce como el “lifting sin cirugía”, que no requiere de anestesia y no es invasivo. Puede aplicarse el tratamiento en diferentes áreas del rostro: frente, cejas, patas de gallo, bolsas debajo de los ojos, pómulos, mandíbula, incluso hay otra zona para la radiofrecuencia facial que igual te sorprende: el cuello.
Además, al regenerar la piel en profundidad, la radiofrecuencia puede usarse con éxito para:
Antes del tratamiento con Radiofrecuencia los especialistas realizarán una evaluación médica y discutirá sus preocupaciones y objetivos. En un primer momento, se retira el maquillaje y las cremas que pueda llevar el paciente.
La máquina de radiofrecuencia genera una corriente de alta frecuencia que provoca la vibración de las moléculas de agua de la piel y genera un aumento de la temperatura del tejido, que el paciente percibe en forma de calor suave y agradable.
Después de la sesión hay algunos pacientes que notan sensación de calor en el rostro. La inflamación en la zona tratada no es frecuente, pero si se da, desaparece pasadas apenas 24 o 48 horas.
30-90 minutos
24-48 horas
Se recomiendan 6-10 sesiones con intervalo de 1 semana. Luego sesiones de mantenimiento para alargar los resultados (unas 2-3 al año).