Tratamiento para el Acné

Peeling Químico: estimula la renovación celular mediante una exfoliación superficial de la piel. Se trata de una técnica que elimina las células muertas y acelera significativamente la curación del acné. Sobre la cara totalmente limpia se aplican diferentes sustancias que penetran en la piel con el objetivo de renovar las capas más superficiales. Las capas se renovarán  desde el momento de la aplicación hasta un par de días después. Este tipo de exfoliaciones con peeling químicos, están indicadas para tratar también las cicatrices del acné y otros problemas como queratosis seborreicas o poros dilatados, por ejemplo.

Terapia Fotodinámica: consiste en tratamientos que utilizan la luz azul, la luz roja o una combinación de ambas, para eliminar las bacterias del acné. La luz roja regenera, es antiinflamatoria y promueve la producción de colágeno, reduciendo así las lesiones que causa el acné y evitando la formación de cicatrices. La luz azul es antibacteriana, de modo que ataca directamente a la bacteria culpable de la formación del acné.

Láser IPL: también pueden ser eficaces contra esta patología. Estimulan la piel para producir oxígeno, lo que destruye a las bacterias del acné y ayudan a reducir las secuelas que provoca. Además, el médico podrá recomendar una serie de cuidados y consideraciones nutricionales y cosmética domiciliaria que mejor se adapte a la condición del paciente y que potencie y complemente los tratamientos que se puedan realizar en consulta para frenar el brote de acné y aminorar sus consecuencias. Lo que debe quedar claro, es que los tratamientos no tienen los mismos efectos en todas las personas